Riego moderado: Los cactus y plantas suculentas almacenan agua en sus hojas y tallos, por lo que no necesitan riego frecuente. Regar cada 2-4 semanas es generalmente suficiente, aumentando la frecuencia en épocas de calor y disminuyendo en épocas de frío.

Luz adecuada: Estas plantas aman la luz del sol. Deben ser colocadas en un lugar donde reciban luz directa al menos 4-6 horas al día para un crecimiento óptimo y sano

Evita el exceso de agua: El exceso de riegos y humedad puede causar pudrición de las raíces o tallos. Asegúrate de que el sustrato se seque completamente entre riegos y de una correcta ventilación.

Macetas con drenaje: Siempre utiliza macetas con agujeros de drenaje para la correcta oxigenación de las raíces y evitar el encharcamiento del agua en la base.